domingo, 15 de junio de 2008

Los corporativos de unen.






Inevitablemente y muy a cuesta de mi propia voluntad.

Yo solía ser una de esas personas lógicas que pensaba que era mejor no mezclar las cosas… que el laburo es una cosa y las cosas personales otras, que no daba mezclar todo , porque sino, se iba hacer una gran pelota extraña e incomoda y que mejor…era no mezclar…
Pero… Jah! ( y miren lo que son las cosas de la vida)
Después de un tiempo, me di cuenta que, pasamos 9 hs x 5 dias a la semana, o sea..bocha de tiempo, y es casi inevitable no empezar a conocer a todos y más inevitable aún es no empezar a interiorizar con alguien… y cuando ya pasamos a otro punto… que pasa? Que hacer?

Es asi… si uno está solo y hace tiempo que se viene dando con alguien, lo más seguro es que termines enamorándote de alguien de tu laburo.
Y seguro ese alguien va a ser con el que te llevas bien.
Y seguro que van a empezar las mil cosas que te van a enloquecer…
Y seguro te vas a intentar machacar intentando de que “no te pase”
Y seguramente , te lleves los re – chascasos al principio porque seguro, te enamoras del más complicado, del difícil.
Jamás de lo fácil, nunca de lo simple , nahhh jamás, ni que nuestra vida fuera simple… le sumamos mas cosas complicadas , más razones para desvelos, más razones que pensar, más cosas por que luchar y más cáncer a los pulmones.

Eso sí es ser inteligente eh.


(Gracias a dios, hace unos meses me recibi de IDIOTA.)
No hay nada que hacerle, los sentimientos están, el olor a atracción existe y es casi inevitable no olerlo…
Y viene el analis:

Si al fin y al cabo, quilombos vamos a tener adentro o afuera, los quilombos son casi inevitables, el amor, es inevitable, cuando llega LLEGA y no hay manera de escaparle, asi que, queda solo una posibilidad: Intentar que todo salga bien, no armar mucho puterio, cagarse en los comentarios de otros, y pasarla bomba…
Si al final, está bueno, están en el mismo lugar, pueden salir cosas re copadas, jueguitos , histeriqueo, besos no corporativos y esas mágias.

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