martes, 30 de marzo de 2010

Hay un momento. Siempre hay un momento. Yo puedo hacer esto, puedo rendirme o puedo aguantar, no sé cuándo fue tu momento pero apuesto que existió.






(frase de Closer)
Y si, creo que es así. Todos tenemos a diario momentos en dónde tenemos varios caminos y es nuestro problema saber cuál queremos seguir y después hacernos cargos.
En el mismísimo instante en que a la mañana abrimos los ojos, un abanico de posibilidades se presentan y claro está, que según lo que a nosotros nos parezca correcto, es lo que vamos a obrar.

Dios!! Intento plasmar conceptos que tengo dentro de mi cabeza, para poder explicar y exponer lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa y se me hace imposible.

Estoy que no puedo… como decirlo… seguir explicando algo, que no puedo explicar.
Estoy en ese MOMENTO.
Lo tuve. Tuvo la opción de hacer esto o aquello. Hice aquello.
En base a resultados que no entiendo, tengo nuevamente ESE momento de elección.
“No Huir” está ahí, latente. “Desaparecer” sería la opción fácil. No huir parece incómodo.

Es casi imposible indignarse ante una acción que todo el fucking mundo hace.
Es casi imposible maldecir a alguien, que hace lo que TODOS hacen.
Es casi imposible no autocriticarse.


La autocrítica puede ser la peor enemiga en las noches de luna.

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